Ubicación: Plaza Catalunya, esquina Vergara
La Plaza de Catalunya tardo mucho en llegar a ser el eje de Barcelona que es hoy en día. A mediados y finales del siglo 19 la Plaza era un lugar desordenado surgido de la demolición de las viejas murallas en donde casas y terrenos particulares compartían espacio con todo tipo de espectáculos y diversiones dignas de una película del oeste.
El periodista Lluis Permanyer, cuenta en su interesantisimo libro "Biografía de la Plaça Catalunya" la historia de aquellos años. Y una anécdota muy gráfica, la de una caseta siniestra ubicada en la esquina de Vergara.
Al parecer se exhibía dentro a un tipo que se hacia llamar Rahma-Sama y al que presentaban dentro de una jaula como un hombre salvaje. Rahma se exhibía con tan solo una media en la cabeza, mostrando un cuerpo cubierto enteramente por pelo; el extraño ser se movía dentro de su celda como un animal salido de la jungla.
¡El hombre salvaje fumaba!
Pronto surgió el debate, hubo quien dudo de la autenticidad del "hombre salvaje" y quien lamento que se usara a un ser -monstruo o no- de un modo tan indigno. Pero el verdadero escandalo empezó cuando la caseta del hombre salvaje ardió de mala manera. Hubo quien aseguro haber visto a Rahma huyendo del fuego gritando en catalán y quien señalo que el propio fuego empezó por un cigarrillo que el propio monstruo se había encendido.
Tras el incidente, la caseta fue derruida por orden municipal. Del que nunca mas se supo, fue del hombre salvaje quien probablemente abandono el mundo del espectáculo y el nocivo vicio de la nicotina.
Terneros de dos cabezas junto a mujeres con barba.
La caseta de el hombre salvaje no fue la única en su clase que hubo en Plaza Catalunya, también hubo lugar entre 1870 y 1880 para muestras de todo tipo de rarezas de la naturaleza, como gigantes, pigmeos, mujeres con barba y terneros de dos cabezas.
La exhibición de seres con deformidades era un fenómeno tristemente celebre en aquella época, no solo en Barcelona si no en todo el mundo que fue inmortalizado para siempre en la perturbadora película de culto "Freaks, La Parada de Los Monstruos" un film con una larga lista de mitos, leyendas y anécdotas a su alrededor.
"El Gran Teatrito para Niños"
Pero no solo de monstruos vivían los ociosos barceloneses del siglo XIX. Plaza Catalunya también acogió grandes fiestas con bailes y música en directo, teatros y cines, y como en el viejo oeste vendedores de productos milagrosos y atracciones infantiles como teatros de marionetas (con curiosos nombres como "Gran Teatrito para Niños") o casetas con caimanes de gran tamaño. Pero la estrella de este escenario en que se había convertido la plaza (nunca mejor dicho)eran los circos.
El Circo Ecuestre, 16 años en la Plaza.
Gil Vicente Alegria fue el creador del Circo Ecuestre, un circo que empezó con una licencia de 6 meses y que acabo estando 16 años ubicado en la plaza, hasta que el ayuntamiento decidió tirarlo abajo. El Circo que constaba además de un café y unas cuadras, consiguió atraer a ciudadanos de toda clase social gracias a un programa variado y novedoso que incluía números tan arriesgados como el de unos payasos que se afeitaban en la jaula de los leones sin domador vigilante.
Cuando uno pasa por la Plaza, y se encuentra a la muchedumbre alrededor de un grupo de músicos callejeros o de manteros con gafas de sol falsificadas uno se da cuenta que a pesar de los mas de 100 años que han pasado desde entonces y del cambio comercial del lugar, las gentes que pueblan Plaza Catalunya siguen teniendo el mismo espíritu curioso y ocioso de los barceloneses de antaño.
Para saber mas:
Recopilación de articulos de Permanyer
Freaks, La parada de los monstruos
Biografia de Gil Vicente Alegria
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